¿Cómo disputar la potestad masculina y patriarcal dentro de los clubes? Son años de luchas en las instituciones, dentro y fuera de las canchas y lxs compañerxs del Área de género del club Gimnasia y Esgrima La Plata lo hacen sentir, levantando la bandera para ir hacia un Gimnasia más grande, popular e inclusivo.

Cualquier persona que vive en La Plata o alguna vez tuvo la posibilidad de andar por sus diagonales sabe que ser del Lobo es una “forma de vida”. Así lo describen lxs compañerxs que hace dos años conforman el Área de género del Club Gimnasia y Esgrima de la Plata. Lejos de invisibilizar las tensiones entre el feminismo y las lógicas machistas de algunos deportes, ellxs decidieron traer sus experiencias militantes a la chancha: “Este, como Club deportivo, es uno de los espacios más patriarcales que tenemos socialmente hablando y qué mejor que militarlo desde adentro”.

El Área de Género de GELP nació como trabajo de tesis de dos compañeras que se transformó en realidad el 3 de junio de 2018, un día de lucha dentro del feminismo que, gracias a la potencia que supieron construir, hace mella dentro del bosque. “Nuestro principal objetivo es promover la equidad entre los géneros y el respeto por las diversidades sexuales, en este sentido trabajamos fuertemente para erradicar todo tipo de violencia en cualquier ámbito del Club, para que quienes lo transitemos lo podamos hacer con la libertad que nos merecemos”, cuentan lxs compañerxs.

 
Con las luchas del movimiento feminista en agenda, las demandas dentro de los clubes, que existían desde mucho antes, empezaron a ser escuchadas. Es así que las áreas de género como la de Gimnasia existen en otros clubes de primera división como Estudiantes, Vélez Sarsfield, entre otros. Estas transformaciones son vistas con buenos ojos por lxs compañerxs del Área de GELP, quienes creen que es de vital importancia que los espacios de género sean parte de los clubes, para darles entidad y reconocimiento como parte de la vida institucional: “Hay acciones que tienen que llevar a cambios en la estructura fundamental del club y eso se hace desde adentro, habitando los espacios físicos, logrando mayor posicionamiento, tener voz y voto, ser referentes en cualquier temática de géneros que atraviese nuestro club”.

Siguiendo las enseñanzas del feminismo, la articulación de estos espacios es también un punto clave para que las problemáticas al interior de los clubes puedan ser colectivizadas. Es así como en la región se conformó la Red de Espacios de Géneros de La Plata, Berisso y Ensenada (REGID), “allí intercambiamos con los espacios de género de Estudiantes de La Plata y el club Universitario”, comentan lxs chicxs y agregan además que en la ciudad muchos otros clubes luchan y militan las mismas causas como Universitario, Villa San Carlos, Cambaceres y clubes barriales “donde siempre es común que las mujeres, que son las que le ponen la cuerpa para sostenerlos, son invisibilizadas y en simultáneo sufren violencia careciendo de contención”.

“Militarla desde adentro”

Este 22 de junio presentaron en el Club el Protocolo contra la violencia de género: “Esperamos la aprobación de este importantísimo documento que es el resultado de meses de trabajo colectivo entre las compañeras, el cual ofrece a la Institución las herramientas para la construcción de un club diverso e incluyente”. Este último proyecto mencionado responde a la necesidad de ser un espacio independiente dentro del Club. Hasta la fecha, los protocolos de violencia solo fueron reglamentados en 6 instituciones: Vélez, Racing, San Lorenzo, Huracán, Rosario Central y Newell’s.

 
Otro de los cuestionamientos que se empezaron a hacer en los clubes tiene que ver con la conformación de los espacios de decisión, hace unas semanas el Club River Plate definió que convocará a su Comisión Directiva a aprobar el cupo femenino obligatorio del 20% en todos los órganos de gobierno. Al respecto, lxs compañerxs cuentan que es uno de los proyectos del Área: “La idea es contar con un cupo acorde a la realidad institucional, no es poner porcentajes porque sí, o basado en cantidad de socias habilitadas para votar, sino que la representatividad sea real, no sólo desde lo simbólico, es necesario que nuestrxs representantes tengan perspectiva de género ocupando espacios de poder político”.

Una de las luchas más populares que se han ganado en los últimos tiempos ha sido la profesionalización de fútbol femenino. Desde el área de género comentan que GELP adhirió al mismo y que se han realizado algunas contrataciones. Pero no todo es triunfo, las diferencias persisten y en este caso el ejemplo es claro: “Hoy una contratación de una jugadora profesional no tiene comparación económica con la de un jugador del fútbol masculino, teniendo en cuenta que ambxs tienen el mismo trabajo, el mismo derecho a igual remuneración. Creemos que esta es una de las tantas violencias que sufrimos las mujeres y disidencias en los Clubes Deportivos”. Asimismo, lxs compañerxs relatan el uso diferencial de las instalaciones del Bosque para partidos y/o entrenamientos.

Habitando para transformar

Para que todas estas transformaciones sucedan, además de la fuerte lucha que vienen dando desde las distintas áreas de género, hay algo que es clave: que todo los clubes se apropien y hagan carne del proceso. Para ello, lxs compañerxs comentan que dentro del protocolo mencionado proponen capacitaciones obligatorias en género “para que las autoridades y quienes desempeñan funciones en el club se formen sobre género, y así fomentar y favorecer acciones que eliminen la violencia de género, el acoso sexual y la discriminación por razones de género, identidad de género u orientación de género en sus dependencias o actividades”.

 
Y como sabemos, los clubes son de quienes los habitan ya sea yendo a la cancha a ver un partido o participando de las actividades deportivas que ofrece el club. Es con esas personas que resulta relevante construir. Desde el área han brindado talleres sobre Educación Sexual Integral en reiteradas oportunidades: “No es solo -hablar de relaciones sexuales-, es mucho más que eso. Tiene que ver con aprender a expresar emociones y sentimientos, a reconocer y respetar valores como la amistad, el amor, la solidaridad, la intimidad propia y ajena y a cuidarnos, y cuidar a lxs demás”. Desde esas experiencias, lxs compañeras enfatizan en la importancia de la implementación de la Ley de Educación Sexual Integral “en todos los espacios de nuestro y todos los clubes, en principio porque está enmarcada en los derechos de los niños, niñas y adolescentes”.

Esos procesos vienen además a poner en discusión a la famosa “cultura del aguante” mediante la cual, como expresan lxs compañerxs, se intentan justificar prácticas violentas y discriminatorias constantes. Es por ello que la existencia de áreas como éstas son de crucial importancia, para parar la pelota y preguntarse ¿qué dice ese cántico que entonamos todos los partidos? “Creemos que este es un laburo de hormiga, como el que venimos realizando hace dos años, por ejemplo a través del video “Yo no quiero cantar esto”, en el que visibilizamos la violencia que reflejan las canciones”, declaran.

Mira su video de presentación: https://www.facebook.com/watch/?v=997968853920781

Cine feminista, intervenciones en partidos, muestras, conversatorios, videos y mucho más. Lxs compañerxs llegaron para transformarlo todo y eso se puede ver en las actividades que fueron realizando. Hoy, en pandemia, continúan su militancia participando en comedores y merenderos y con fuerte presencia en las redes: “Continuamos trabajando y luchando por la equidad entre los géneros y el respeto a las diversidades”.

Invitamos a que visiten sus redes: @generocge