El jockey es una película dirigida por Luis Ortega y protagonizada por Nahuel Pérez Biscayart y Úrsula Corberó. Con excelentes actuaciones y un guion donde todo cierra, el film consta de 96 minutos de un sorprendente humor, cargado de sarcasmo. A pesar de tararse de una historia en esencia dramática, la mayoría de las escenas poseen un plus de ironía y absurdo, incluyendo algunos actos musicales.

La historia cuenta la vida profesional de Remo, un corredor de caballos que junto con Abril su pareja, trabajan para el Sr. Sirena, dueño de los animales. Por razones que se irán develando a lo largo de la película, Remo el protagonista, cae en un período adicciones y empieza a fallar en las corridas. A su vez, Abril está embarazada y deben decidir si tener al bebé o seguir corriendo.

A partir de un accidente en la pista, Remo se pierde y a la vez debe esconderse de Sirena, que lo busca tanto para cobrarse lo que considera que le deben de las corridas, como por una historia más personal e íntima.

Tanto el humor como la música son el bálsamo para contar, de alguna manera, las miserias humanas y el dolor. El juego, el deseo, la cordura, son algunas de las cosas que se ponen en tela de juicio en este film recargado de metáforas sobre la vida y la muerte. Sobre el final, luego de varios desafíos, todos los personajes principales salen transformados.

Multipremiada en diversos festivales en los que ha sido presentada, se espera que nos represente como candidata a mejor película extranjera en los Premios Óscar. Actualmente, se la puede ver en cines comerciales, pero esperamos que pronto esté disponible es plataformas y salas alternativas.

Por María Belén Martínez Nieto.