Bisibles
¿Cuántas veces vimos famosas divorciadas de sus maridos que empiezan a salir con otra mujer y automáticamente para la prensa son lesbianas? ¿Cuántas veces vimos en novelas a lxs personajes quedar a mitad del camino de la confusión? Porque eso es lo que nos quieren hacer creer, que la bisexualidad no existe y que es la antesala a decidir por “una sola cosa”. Porque claro, lo correcto en esta vida es tomar las decisiones que lxs demás esperan que tomes, no las que vos deseás.
“Todo no te puede gustar”, “ya vas a llegar, ya vas a ser lesbiana, vas a ver”, “en la vida hay que elegir una cosa u otra”. ¿Por qué la bisexualidad es tan incómoda? ¿Acaso es por problematizar aún más la idea de que el deseo no puede ser normado? o mejor dicho, ¿qué siempre hay formas del deseo dispuestas a romper lo establecido como normal?
Cuando hablamos de bisexualidad siempre me acuerdo de la pregunta que me hizo una amiga “¿si soy bisexual, solo me pueden gustar varones y mujeres cis? Y la respuesta es que la bisexualidad nos habla del deseo por el género propio y otros. Si entendemos que el mundo no es binario, no vamos a hacer de nuestra sexualidad un manifiesto binarista.
Por todo esto es incómoda la bisexualidad, porque el mundo nos obliga a decidir y nosotres estamos dispuestes a hacerlo pero no sobre las normas que ellxs quieren. “¿Pero si solo estuviste con varones cómo sabés que también te gustan las mujeres?” Perdón, pero la verdad es que antes de salir con cualquier ser humano, ya me consideraba hétero y nadie, absolutamente nadie dudaba de ello. O, por ejemplo, cuando veíamos al galancito de Chiquititas nadie nos abordaba para decirnos que como todavía no habías ni besado a un varón ese chico no te podía gustar.
Para vos, que estás ahí recibiendo todos estos cuestionamientos o siendo tratade de confundide, que las explicaciones las den les demás y a vos:
-que te guste quien te quiera gustar-