Hasta 2010 la fecha fue conocida como el “Día de la Raza” conmemorando la llegada de Cristóbal Colón al territorio del Abya Yala, denominado por los europeos como América. Luego de varios debates en nuestro país, se decidió cambiar el nombre de este día por el de “Día del Respeto a la Diversidad Cultural». Este da cuenta, supuestamente, de un cambio de paradigma: dejar de hablar de «descubrimiento» y reconocer la identidad originaria que preexistia en nuestro territorio.

Antes de la colonización europea, este continente estaba habitado. La conquista fue un plan sistemático de despojo, a partir de la imposición de la cruz y la espada. Este saqueo es la contracara de la Europa «rica», un saqueo que implico el exterminio de las culturas y la vida de millones de personas, que vivían con sus propias cosmovisiones, distintas al de los colonizadores blancos y europeos. En 1942 comenzó un verdadero genocidio, que continuó con la conformación de los Estados-Nación. En Argentina, la mal denominada «Campaña al Desierto» comandada por Julio Argentino Roca, no tuvo otro objetivo que continuar este genocidio y así seguir con el despojo a las comunidades, que resistían a la llegada del «progreso».

Hace tan solo unos días, el gobierno nacional decidió intervenir en el conflicto territorial en Villa Mascardi (Provincia de Rio Negro) ni más ni menos que con una fuerte REPRESIÓN al Lof Lafken Winkul Mapu, amparándose en un poder judicial que al parecer no reconoce los derechos constitucionales de estas comunidades. Más de 250 efectivos, un helicóptero, un carro hidrante, gases lacrimógenos, avanzaron bajo las ordenes del Ministro de Seguridad de la Nación, Aníbal Fernández. Anteriormente, este había dictaminado la creación del Comando Unificado de Seguridad zona Villa Mascardi, conformado por la Policía Federal, la Gendarmería Nacional, la Prefectura Naval y la Policía de Seguridad Aeroportuaria.

Durante la represión, no sólo detuvieron a varias mujeres mapuche (algunas embarazadas), sino que destruyeron sus pertenencias, muchas de las cuales son para realizar ceremonias, y las separaron de sus hijes menores. La causa judicial hacia las mapuche figura como “incendio, usurpación y atentado contra la autoridad”. Ellas insisten con que su único crimen es ser mapuche.

Luego de varios días se dictó el arresto domiciliario para la machi Betiana Colhuan Nahuel, Romina Rosas (embarazada), María Celeste Ardaiz y Martha Jaramillo. Todas tienen hijes menores de 4 años a su cargo y estarán en una vivienda del barrio Lomas de Villaverde, en la zona este de Bariloche, con guardadores designados oficialmente.

Por otro lado, Andrea Despo, Florencia Melo y Débora Vera, quienes habían sido trasladas al penal de Ezeiza, ahora permanecen en la sede de la Policía de Seguridad Aeroportuaria de Bariloche. Ayer, el día lunes 11 de octubre, la justicia sobreseyó a Andrea Despo, quien estaba en Lof Lafken Winkul Mapu de visita y fue detenida. Aún quedan seis mujeres mapuche detenidas.

Hoy, 12 de octubre, gritamos bien fuerte: ¡Basta de criminalización al pueblo mapuche! El Estado es responsable de la persecución y la estigmatización. Las tierras son ancestrales y el Estado tiene la obligación de reconocer los derechos de los pueblos indígenas sobre ellas.

¡Fuera Benetton y Lewis del territorio mapuche!