Recordar a Elías es la viva imagen de un pibe lleno de vida.
Recordar a Elías, al Eli, para nosotres, es sentir el eco de su voz, que deseo nunca se me olvide.
(Todavía me parece mentira, todavía te siento acá).
Recordar a Elías es la presencia de su mirada chispeante. De contento, re contento y de enojado, re enojado. Los mapuches son transparentes en sus miradas.
Recordar a Elías, es nombrar la dupla Eli y Nadia, es cuidar la casita que levantaron con tanto esfuerzo, es esos detalles, esa prolijidad meticulosa de sus trabajos.
Recordar a Elías es la historia de un hombre reconociéndose Che, caminando con ese pensamiento, con esa espiritualidad mapuche.
Recordar a Elías es recordar sus historias, sus aventuras, sus penas y alegrías.
Recordar a Elías es saludarlo cada mañana, oírlo en los pájaros y en el viento, también sentir que está sobrevolando por toda la cordillera y que está encendido en la estrella más brillante.
Recordar a Elías es ser solidario y bueno, no buenudo.
Recordar a Elías es verlo en la mirada de les niñes de la tierra.
Recordar a Elías en su dicho: “yo trabajo pa´mi” en su intento de no dejarse cooptar por los flojos y avaros que buscan la mano de obra barata.
Recordar a Elías es hoy salir a la calle a gritar su nombre bien fuerte.
Recordar a Elías es sentirlo fluir en el río Quemquemtreu, bajando con fuerza desde la montaña, vibrando con su canto.
Recordar a Elías es que esos canallas no duerman nunca más tranquilos, que no caminen más por nuestras calles.
Recordar a Elías es volver a la tierra, a la raíz, al buen vivir, a la familia elegida, a sembrar y compartir las cosechas.
Recordar a Elías en cada ronda, en cada fogón.
Recordar a Elías es erguirse digno y respetuoso.
Recordar a Elías es que a la gilada ni cabida.
Recordar a Elías es aceptar que a nuestro amigo lo mataron por ser mapuche y defender el territorio ancestral.
Recordar a Elías es gritar su nombre en cualquier momento del día y la noche.
Recordar a Elías es ahuyentar el miedo a la vida.
Recordar a Elías es decir NO a la MEGA MINERIA.
Recordar a Elías es denunciar con todas las letras que los territorios no son zonas de sacrificio.
Recordar a Elías es comprender que no estaba como querían, pero sí donde quería y es necesario estar.
Recordar a Elías es poner en jaque al racismo.
Recordarte hermano es la angustia de ya no compartirnos en este plano, aunque siempre te vamos a recordar amigo Eli, siempre vas a estar acá con nosotres, acá en el bosque sagrado, en cada árbol nativo, en cada flor como te escribió nuestra vecina Nelly.
Desde aquel maldito día todo parece más feo, pero sabemos que estas acá con nosotres y nunca te vamos a olvidar. Estas vivo en nuestra memoria y corazones. Cuidanos, guianos y danos claridad.
La tierra será recuperada y tu sangre vengada.
Buen viaje y hasta siempre querido Eli.
Te recuerdo rebelde y salvaje.
*Weichafe Elias Garay Cayicol Yem. Asesinado el día domingo 21 de noviembre por Martín Cruz Felilberg y Diego Alejandro Ravasio en el territorio recuperado por la Lof Quemquemtrew. Cuesta del Ternero. Río Negro.
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