Avanzar al feminismo

Solo podemos avanzar al feminismo rompiendo el pacto, ¿qué pacto? la alianza, la unión, el soporte de la violencia, visible y subterránea, estatal y privada, de los varones, de los no varones, de las instituciones, de todxs.

Cubrirnos, encubrirnos, solaparnos, callar, no sirve, no nos sirvió nunca, nos siguen matando, ya somos más muertas que días del año, y así lo arrancamos cada vez, pidiendo justicia, con un grupo de amigas baleadas en la puerta de la comisaría por reclamar, por llorar a su amiga, por delimitar la angustia a quien corresponde, el sistema, las instituciones, el patriarcado como institución permanente que nunca deja de crear políticas de muerte.

¿Qué pacto? el que tienen los varones con sus amigos, el que tienen con la policía y el poder judicial, el que tienen con cada dependencia de un Estado cuyo gobierno se proyecta en favor de nuestros derechos, pero el camino por recorrer es largo, amplio y por todos los canales subterráneos de distribución de poder desigual que se nos puedan ocurrir.

Este 8 de marzo, quizás nos encontremos en la calle o quizás no, pero la hora de desarmar la alianza ha llegado, porque no hay otro camino posible para la deconstrucción que el pleno entendimiento de las responsabilidades sociales compartidas al momento en que ocurre un femicidio. Claro está que el principal perpetrador es un femicida, pero también la cantidad de jueces y fiscales que le permitieron romper las perimetrales, los amigos que encubrían cada expresión de violencia, minimizando, ocultando, cada personal de la fuerza que no quiso tomar una denuncia porque era fin de semana, porque no había pruebas o porque no tiene las herramientas necesarias para cumplir dicha tarea.

Lo que hay que romper es el silencio intravincular, dejar de callar eso que no se dice, eso que incomoda, eso que nos hace ruido pero que por las dudas no decimos nada, dejar de justificar la violencia y empezar a actuar con anterioridad para que una puteada, un golpe, un celo no se transforme en una menos. Como decimos siempre, esta lucha no puede quedar solamente en manos que quienes somos constantemente violentadas, necesitamos con urgencia que no todo les de lo mismo, necesitamos que los problemas no se silencien y se sepulten bajo mil capas de vergüenza y machismo.

El pacto que habilita una red silenciosa que tiene como efecto la consolidación de una violencia que vemos cada día, tiene que de una vez por todas empezar a quebrarse, desde criar, desde ser amigx, desde ser pareja, desde la escuela, desde el jardín, desde el barrio, desde la familia, desde la no familia, acompañar este proceso es tarea de todxs, nosotras ya estamos dispuestas, pero necesitamos dar este salto:

-rompamos entre todxs el pacto-