Enredando las mañanas, el informativo de la RNMA, dialogó con Hilda Presman, Coordinadora de la Red de Corrientes de Derechos Humamos, sobre la desaparición seguida de muerte durante una razia policial de Lautaro Rosé.
En la madrugada del lunes 8 de noviembre Lautaro y sus amigos se encontraban en la costanera de la capital correntina. Tras una supuesta llamada al 911 la policía acudió al lugar “con patrullas, camionetas, motos y escopetas con cartuchos de bala de goma, corrió a los tiros a los jóvenes”, relata Presman.
Lautaro de 18 años y un amigo de 16 corrieron en dirección Sur hacia sus casas. Es ahí cuando la policía los atrapa y golpea. “Está acreditado que el amigo de Lautaro fue golpeado, esposado, lastimado y llevado a la comisaría donde posteriormente lo liberan por falta de antecedentes”, comenta la Coordinadora de la Red de Corrientes de DDHH. Paralelamente, Lautaro se intenta proteger bajo el agua: “La policía se retiró y no dio cuenta de nada ni aviso a nadie”. A pesar de los gritos de pedido de ayuda nadie lo auxilió.
El día miércoles 10, luego de la intensa búsqueda de la familia y las trabas de la policía, aparece el cuerpo de Lautaro. Según el informe preliminar de la autopsia la muerte habría sido por ahogamiento. “De cualquier manera estamos hablando de la responsabilidad policial sobre por la persecución ilegal y el abandono de persona tras haberlo visto en el río y escuchado su llamado de auxilio y haberse ido”, denuncia Hilda. Actualmente, la justicia investiga a once policías por abandono de persona seguido de muerte y apremios y vejámenes, a la otra víctima.
A la espera del avance en la causa, ayer se realizó una multitudinaria marcha en la ciudad de Corrientes para pedir Justicia por Lautaro y para que esto no vuelva a suceder nunca más.