Se acerca el mundial femenino pero ¿cómo llegamos hasta acá? El 16 de marzo del 2019, el presidente de la AFA anunciaba que el fútbol femenino se profesionalizaba ¿qué cambió de ese 16 de marzo a la fecha? ¿Cómo son las condiciones del fútbol femenino en nuestro país?

Ilustración Sheila Clidas.

El caso de Macarena Sánchez en 2019, resonó en muchos medios y tuvo grandes repercusiones. Tras ser desafectada del plantel de la UAI Urquiza, la jugadora inició un reclamo histórico contra el club y la AFA por el reconocimiento del vínculo laboral y además puso en offside a la AFA ya que le exigió que le garantice este derecho y que cumpla las normativas de FIFA.

Hasta ese entonces el fútbol era amateur, es decir, que los clubes no reconocían a sus jugadoras como trabajadoras, todo quedaba a la voluntad de la dirigencia. En el mejor de los casos pagaban viáticos y en otros hasta las mismas jugadoras debían pagar sus viajes para llegar a un partido.

Es de público conocimiento que los jugadores cobran millones de pesos y que sus ventas millonarias en dólares hacen que las realidades sean muy lejanas a una simple jugadora de fútbol que debe estudiar, trabajar y además ir a entrenar. El presidente de Estudiantes, Sebastián Verón, no dudó en decir en una asamblea que «el fútbol femenino tiene que generar ganancias para que el club invierta en esa disciplina». Ahora bien, si un club no decide invertir y hacer crecer sus inferiores, así como mejorar las condiciones laborales de su primera división ¿cuándo va a generar ganancias?

La realidad es que si bien el fútbol se profesionalizó, no hay una igualdad en cuanto a lo legal. Actualmente, sólo 5 de los 21 equipos de primera división tienen más de 20 jugadoras profesionales: Boca, River, San Lorenzo, Racing y Gimnasia La Plata. La mayoría de las jugadoras debe tener otro trabajo más para subsistir.

La AFA comenzó garantizando a cada club 8 contratos profesionales y en la actualidad esa cifra creció a 14. Según el Plan Estratégico Integral de Fútbol Femenino 2021-2026, su sueldo básico equivale al contrato que percibe un jugador de la Primera C (la categoría más baja del fútbol profesional masculino). Es decir, hay una brecha salarial según el género.

¿Qué viene este 2023?

La AFA desarrolló un proyecto denominado “estrategia integral” el cual tiene doce etapas desde el 2021 hasta el 2026. Este plan es para el desarrollo de las selecciones nacionales femeninas mayor y juveniles, competencias internacionales, la realización de obras de infraestructura y además la capacitación permanente de los miembros del mundo del fútbol.

A partir de la temporada 2023, los clubes que participen en el Torneo de Primera División «A» Profesional Femenino deberán registrar:
1-Un mínimo de 15 contratos profesionales, debiendo incluirse a la totalidad de las futbolistas contratadas en las correspondientes Listas de Buena Fe.
2- Deberán contar, de manera obligatoria, con un equipo de división juvenil con jugadoras menores de 14 años.

Algunas conquistas

A pesar de todas las dificultades, las pibas meten ovario y corazón: muchos equipos femeninos han logrado jugar en los estadios y canchas principales, y la selección argentina jugará el mundial de Nueva Zelanda, Australia. El año pasado el seleccionado jugó la Copa América donde perdió en semifinales contra Colombia y luego en el tercer puesto se impuso por 3-1 ante Paraguay.

Las adversidades son varias, pero las pibas están motivadas. Te presentamos al plantel femenino que representará los colores argentinos en el mundial que se jugará entre el 20 de julio y el 20 de agosto. Los horarios son complicados, por eso te invitamos a que nos sigas para enterarte de las novedades.

¿Quiénes son las 23 jugadoras que defenderán la celeste y blanca?